¿Cuáles son las partes de la tabla y para qué sirven?
Ya adentrándonos un poco más en la física de las tablas, podemos ver que existe una gran variedad de tablas diseñadas para diferentes tipos de olas, cada una con características específicas que las hacen más adecuadas para ciertas condiciones. Es por esto que, nos proponemos analizar las principales características que influyen en el rendimiento de una tabla y explicar por qué algunas son más apropiadas que otras dependiendo del tipo de ola en el que te encuentres.
¿Qué es el volumen?
El volumen de la tabla es la medida total que ocupa la tabla en el espacio. Un factor que antes no era tan tomado en cuenta ya que era complicado de calcular, pero que hoy en día con el software de diseño de tablas es posible. Pero ¿A qué nos sirve que una tabla tenga mayor o menor volumen? El volumen nos dice que tan "flotante" será una tabla y, por lo tanto, qué tan bien la tabla nos flotará en el agua. Esto importa porque cuanto más por fuera del agua este la tabla menor será la resistencia que creará tu cuerpo al remar, lo que te permitirá moverte más rápido. Cuanto más rápido logres remar, más olas podrás tomar, y menos verticales necesitaran ser las olas para tomarlas.
Para tener como referencia un shortboard promedio probablemente esta alrededor de 25-35 litros, mientras que un mid de aproximadamente 7 pies esta entre 40-50L. Un longboard podría tener entre 60-100 litros, y una tabla de SUP fácilmente podría superar los 250 litros.
Pero el volumen no actúa solo, existe una importante relación entre el peso de un surfista y el volumen de una tabla, no es lo mismo que una persona que pesa 40 kilogramos use una tabla con 40 litros que un surfista que pesa 80 kilogramos. A su vez a esta relación se le suma un factor importante que es estado físico en el agua y el nivel de surf que uno tiene.
Entonces ¿Cuál es el volumen ideal?
El volumen no es una ciencia exacta, depende de qué tipo de surf deseas atacar, si buscas lograr un surf de olas chicas vas a necesitar tablas de gran volumen, pero si queres lograr un surf en olas promedio a grande no necesitaras tanto volumen. Dicho esto, es importante no tener un tamaño de tabla como un "objetivo", sino que debes buscar una maniobra como un objetivo. Un error que se mantiene vivo a lo largo de los año es la idea de que una tabla más chica es igual a un mejor surfista, y las personas ven el tamaño de su tabla como un distintivo de su habilidad en el agua. El problema es que, si bien una tabla más chica es, en teoría, más fácil de girar que una más grande, también es más fácil forzar una mala técnica, lo que a largo plazo te juega más en contra que esos 10 litros extra podrían hacer.
Una tabla más chica rema más lento, agarra olas más tarde y se hunde más en los giros. Una tabla que es demasiado grande, por otro lado, solo tiene un inconveniente: si tu técnica no es buena, no podés hacer trampa y girar la tabla con tu cuerpo superior.
¿En que influye el outline o contorno de una tabla?
El outline de la tabla es igual de importante que el volumen y este tiene un profundo impacto en cómo funciona la tabla. Desde el nose hasta el tail, una tabla de surf actúa como un foil hidrodinámico (una superficie diseñada para que se eleve cuando se mueve a través del agua).
El objetivo principal al diseñar una tabla de surf es lograr la mayor elevación posible mientras se minimiza la resistencia y la turbulencia. Se busca elevación ya que ayuda a que la tabla se deslice más fácilmente sobre el agua, lo que resulta en una mayor velocidad de remado y la capacidad de tomar olas más temprano con menor esfuerzo.
Para entender el propósito del outline vamos a dividir la tabla en dos partes, la parte delantera y la parte trasera, ya que estos hacen diversos trabajos en diversos momentos.
Nose
La mitad delantera tiene su mayor influencia durante el remado, ya que es donde se ubican nuestro pecho. Es super importante ya que es el primer punto de contacto con el flujo del agua, y al igual que un auto o un avión debe moverse por el agua de una manera eficiente, generando la menor resistencia y turbulencia posible.
En esta sección entran en juego dos tipos distintos de resistencia. La primera es la resistencia frontal y la segunda la resistencia de forma. La resistencia frontal es la resistencia que genera la nariz de la tabla al cortar su camino a través del agua, y la resistencia de forma es la resistencia que se genera detrás de la resistencia frontal, esta incluye la resistencia generada por la forma y el diseño de la tabla, así como por los elementos que lo acompañan, como el surfista y su postura sobre la tabla.
El nose de una tabla puede variar dependiendo del nivel del surfista y del surf que se busca lograr. Las ventajas de darle a la tabla una punta afilada es que cuenta con menos resistencia frontal, y permite que la tabla pueda abrirse paso a través del agua cuando remamos, a su vez esta permite giros más rápidos cuando estas surfeando. La contra a este tipo de nose es que, si bien la resistencia frontal es menor, la resistencia general es mayor ya que el volumen y la flotabilidad es menor. Es por esto que se utilizan en olas más grandes ya que estas son más verticales y la fuerza de gravedad que actúa en estas es mayor.
En contraste, una tabla de surf que tiene una nariz más ancha puede proporcionar más elevación, ya que es mayor la superficie que entra en contacto con el agua por lo que es mayor el agua que redirige hacia afuera lo que hace menos necesario compensar con la gravedad de las olas grandes. Por eso los longboards o las tablas específicamente diseñadas para olas chicas tienen sus nose más anchos y un volumen más altos. Esto te permite despegar antes en secciones menos verticales de las olas.
Tail
La mitad trasera de la tabla funciona esencialmente como el ala de un avión en el agua, generando elevación a medida que el agua fluye por debajo de ella. Al igual que el nose, cuanto más grande sea el área de la tabla, mayor será el volumen de agua que podrá desplazar por lo que generara una mayor velocidad y elevación, lo que, a su vez, reduce la resistencia y permite alcanzar mayores velocidades con menos esfuerzo. Esto explica por qué las tablas diseñadas para olas chicas o con poca potencia normalmente tienen un nose y un tail más anchos ya que generan más elevación y menos resistencia.
Sin embargo, la velocidad no siempre es el único factor a considerar. En condiciones de olas grandes, donde la ola misma proporciona suficiente velocidad, no es necesario que el tail sea tan ancha, además de que, si fuera el caso, podría ser perjudicial ya que pueden perder tracción las quillas. Por lo tanto, en estas condiciones, las tablas con colas más estrechas ofrecen un mayor control y estabilidad, permitiendo al surfista mantenerse en la ola sin derrapar.
Otro elemento importante a la hora de pensar en el tail de la tabla es la maniobrabilidad ya que es crucial para realizar giros y maniobras con precisión. Acá es donde entra en juego el contorno del tail. Un contorno curvado facilita la transición entre giros al permitir que la tabla se incline más fácilmente de un canto a otro. Por otro lado, un contorno recto proporciona una mejor velocidad en línea recta, pero puede hacer que la tabla sea más difícil de girar en cambios de dirección bruscos.
El balance entre velocidad y maniobrabilidad depende en gran medida de las preferencias del surfista, las condiciones y el tipo de ola que busca surfear. Algunos surfistas pueden priorizar la velocidad en secciones rápidas y tubulares de la ola, mientras que otros pueden preferir la capacidad de hacer giros y transiciones suaves entre olas. La configuración de la tabla, incluido el ancho y el contorno de la cola, juega un papel crucial en cómo se equilibra esta relación entre velocidad y maniobrabilidad.
¿Qué es el rocker de una tabla y para qué sirve?
El rocker de una tabla de surf se refiere a la curvatura que va desde la nariz hasta la cola cuando se ve la tabla de costado. Esta curvatura permite que la tabla se balancee de la nariz a la cola, similar al movimiento de una silla hamaca. El rocker al igual que el volumen era complicado de medir y se hacía comparando los contornos y las plantillas de rocker de diferentes tablas de surf a simple vista y por experiencia. Sin embargo, gracias al diseño asistido por computadora, ahora es más fácil comparar los perfiles de rocker, lo que aumenta nuestra comprensión y refinamiento del diseño de las tablas.
El rocker de una tabla afecta principalmente la velocidad y la maniobrabilidad. Las tablas con menos rocker son generalmente más rápidas, mientras que las tablas con más rocker son más maniobrables.
El rocker de una tabla se divide en rocker de entrada (nose rocker) y rocker de salida (tail rocker). El rocker de entrada es crucial a la hora de tomar olas más verticales, ya que la curvatura de la tabla se ajusta mejor a la curva de la ola, lo que reduce la necesidad de peso en la cola para mantener la nariz sobre el agua al bajar por la cara de la ola. Además, el rocker de entrada ayuda en la maniobrabilidad, ya que mantiene lejos del agua el nose y los rails, lo que disminuye la probabilidad de engancharse durante los giros.
Por otro lado, el rocker de salida afecta principalmente a la maniobrabilidad al permitir que el nose y los rieles se levanten con menos esfuerzo al realizar giros cerrados. Mientras más rocker tiene la tabla más fácil es lograr esto. En conjunto, cuanto menos rocker de entrada y salida tenga una tabla, más rápida será, mientras que más rocker aumenta la maniobrabilidad, pero costándole la velocidad.
La selección del rocker adecuado depende del nivel, las condiciones y el surf que se busca lograr. Las tablas con poco rocker de entrada son perfectas para principiantes ya que te permiten tomar olas más fácilmente y tablas con mucho rocker son perfectas para olas tubulares o más verticales.
¿Para qué sirven los cóncavos de una tabla?
Los cóncavos de una tabla son fundamentales a la hora de surfear, ya que determinan cómo el agua se mueve debajo de la tabla. Estas formas, que van desde cóncavas a convexas, planas, en forma de V, entre otras y estas influyen significativamente en la velocidad y la maniobrabilidad de la tabla.
Empecemos con el cóncavo simple, que es uno de los diseños más comunes y antiguos. El cóncavo simple cuenta con un fondo cóncavo que crea un canal entre la nariz y la cola de la tabla, permitiendo que el agua fluya de manera más directa y eficiente. Esto aumenta la velocidad y el agarre, especialmente en olas potentes, donde la tabla necesita mantenerse en línea recta. Sin embargo, este diseño puede comprometer la capacidad de giro, ya que tiende a seguir recto una vez que se gana velocidad.
En contraste, el fondo convexo presenta una curvatura hacia afuera bajo la tabla, como si tuviera panza, esto facilita los movimientos de canto a canto durante los giros. Esto mejora la maniobrabilidad, pero puede resultar en una menor velocidad debido a que genera una mayor resistencia. Además, los fondos convexos pueden ser difíciles de mantener en línea recta en olas potentes, ya que tienden a derrapar lateralmente si no se aplica la presión adecuada en los rieles.
Los fondos planos, como su nombre indica, carecen de curvaturas pronunciadas y son más comunes en tablas más antiguas o en tablas de alto rendimiento donde la velocidad es prioritaria sobre la maniobrabilidad. Estos fondos ofrecen una superficie estable para deslizarse sobre el agua, pero como contra pueden carecer de la respuesta rápida necesaria para los giros más agresivos.
Por otro lado, el fondo en forma de V, que fue popularizado por surfistas como Bob McTavish en la década de 1960, presenta un canal en forma de V. Este diseño proporciona una respuesta rápida en los giros al dirigir el agua hacia los rieles, similar a los cóncavos convexos. Esta puede sentirse lento ya que proporciona solo la mitad del ancho de la tabla como área de planeo, por lo que típicamente requiere una velocidad más alta para mantenerse.
Además de estos diseños, existen variaciones más complejas como el doble cóncavo, una mezcla entre el cóncavo simple y el cóncavo en V, en este se presentan dos canales paralelos ambos con cóncavos simples, estos permiten aumentar la elevación y el empuje, la diferencia de este con un cóncavo simple es que no están diseñados para mantener una línea recta, sino que ofrecen una mejor respuesta de rail a rail, pero como contra puede generar más resistencia.
Los canales, por otro lado, producen un efecto similar y normalmente más fuerte que un cóncavo debido a su diseño más angular. Normalmente se encuentran en la cola de la tabla alrededor de las quillas y ayudan a generar velocidad al dirigir el agua fuera de la tabla a su vez ayuda a resistir un movimiento de derrape lateral de la misma forma que una quilla central.
Los shapers utilizan una combinación de estos contornos para adaptarse a diferentes estilos de surf, condiciones y tipos de olas. Por ejemplo, pueden colocar un cóncavo en la parte delantera para maximizar la velocidad al remar y tomar olas, un doble cóncavo en el medio para proporcionar velocidad y maniobrabilidad, y un fondo en V en la parte trasera para permitir una respuesta rápida en los giros.
Entender cómo funcionan estos contornos puede ayudar a los surfistas a elegir la tabla adecuada para diferentes condiciones de olas y estilos de surf, ya que cada diseño tiene sus propias ventajas y desventajas en términos de velocidad, maniobrabilidad y estabilidad.
¿En que influye la construcción?
Antes de comprender en que influye la construcción de la tabla debemos comprender como esta está compuesta. Normalmente la tabla de surf típica consta de tres componentes principales: el núcleo, los stringers y la capa exterior. El núcleo, comúnmente llamado Blank, está hecho de espuma plas, como poliuretano (PU) o poliestireno expandido (EPS). Este es el material que se moldea dándole la forma deseada a la tabla, a su vez es lo que proporciona la flotabilidad.
La capa exterior, encargada de proporcionar resistencia y una mayor rigidez, está compuesta de fibra de vidrio y resina. La fibra de vidrio en forma de tela y saturada con resina, forma una capa resistente que cubre todo el núcleo. Se utilizan dos tipos de resina: poliéster y epoxy. La resina de poliéster es comúnmente utilizada debido a su costo más bajo y facilidad de aplicación, pero tiende a amarillear con el tiempo y es menos duradera en comparación con la resina de epoxy, que es más costosa, pero ofrece mayor resistencia y durabilidad.
Los stringers, hechos de madera como contrachapado, balsa o cedro, se colocan en el núcleo para proporcionar soporte y evitar que la tabla se flexione excesivamente. La cantidad y el grosor de los stringers pueden variar según el diseño y las preferencias del shaper.
La elección de materiales y la forma en que se combinan afectan las características de la tabla terminada. Por ejemplo, un núcleo de EPS es más rígido y ligero que el PU, lo que resulta en una tabla más receptiva y ágil. Sin embargo, el EPS puede absorber más agua y es más difícil de trabajar. Del mismo modo, la elección entre resina de poliéster y epoxy afecta la durabilidad y el rendimiento de la tabla, con el epoxy ofreciendo una mayor resistencia y duración a costas de un precio más alto.
La relación entre estos componentes es fundamental para lograr un equilibrio adecuado entre peso, resistencia y flexibilidad. Los shapers pueden ajustar estos elementos para adaptarse a las preferencias del surfista, las condiciones y el tipo de surf que se busca lograr.
¿Qué tabla elegir?
Ahora que comprendemos el funcionamiento de las diversas partes de una tabla podemos definir un poco mejor que tabla se ajusta al surf que deseamos lograr.
Esto ultimo es lo mas importante, ya que la tabla de surf varia dependiendo del surf que deseas lograr, pero ¿en qué se basa esta decisión?
1) Nivel de surf: Un factor determinante a la hora de elegir una tabla de surf es el nivel de surf. Uno de los errores más comunes entre los surfistas principiantes es sobreestimar su nivel de surf. La tentación por elegir una tabla más cortas puede ser fuerte, pero esto a normalmente resulta en estancamiento que no permite el progreso. Es importante empezar con una tabla grande que ofrezca mayor volumen y estabilidad, ya que esta te va proporciona una mayor remada, permitiéndote agarrar más olas y progresar de manera efectiva. La transición debe ser progresiva, desde una tabla grande a una chica, pasando por distintos tamaños hasta llegar a la adecuada. Es común ver a la gente saltearse pasos y pasar directamente desde un softboard a un shortboard, pero este proceso tiene una razón de ser, al ser gradual te aseguras evitar frustraciones y progresar a la par de la tabla divirtiéndose en cada parte del proceso.
2) Tipo de surf: Este es el segundo factor más importante a considerar. El tipo de surf que se desea alcanzar determinará las características de la tabla. Como hemos observado, estas características varían según el tipo de olas que se pretenda surfear. Si se busca surfear olas más chicas, será necesario contar con tablas de mayor volumen, con una mayor área para poder desplazar una mayor cantidad de agua fuera de la tabla. Además, se requerirá un rocker plano para generar una mayor velocidad, una cola más cuadrada y una punta más redondeada en el nose, estas dos al tener una mayor área ayudan a desplazar una mayor cantidad de agua y por consecuencia generar una mayor velocidad.
Por otro lado, si se busca surfear en olas más grandes, se pueden elegir tablas con un rocker más pronunciado, menor área, tails más angostas y un nose más puntiagudo priorizando un surf más técnico y dejando de lado la generación de velocidad ya que normalmente la ola ofrece la velocidad necesaria. Utilizar este tipo de outline te permite ejecutar giros más cerrados y una mayor cantidad y variedad de maniobras.
Esto no quiere decir que no puedas surfear olas grandes con tablas para olas chicas o viceversa, tan solo que dadas las características de las tablas unas se ajustan mejor a ciertas condiciones que las otras, por lo que si deseas utilizar una tabla donde las condiciones no son favorables para ese tipo de tabla te podrás encontrar con una mayor dificultad para agarrar o surfear la olas.
3) Dimensiones: Otros aspectos a considerar al momento de elegir una tabla incluyen las dimensiones del surfista, es decir, su peso y altura. Como vimos anteriormente, no es lo mismo que un surfista de 1,80 metros y 85 kilogramos utilice una tabla de 5'9 " con un volumen de 27 litros que un surfista de 1,60 metros y 60 kilogramos. Es crucial elegir el volumen correcto para tu tabla de surf. Para esto, existen calculadoras de volumen que facilitan el cálculo del volumen exacto para tu tabla. Otro factor relevante en esta misma categoría es la edad y el estado físico, aunque es importante destacar que tener un buen estado físico fuera del agua no garantiza un buen desempeño dentro del agua, la habilidad para remar y maniobrar en el agua no siempre refleja la condición física en tierra. El volumen se puede aumentar si se desea lograr un surf de olas chicas y se puede disminuir unos litros si se desea lograr un surf de olas más grandes.
4) Tamaño de la tabla: El tamaño de la tabla no es una ciencia exacta, sino que depende de lo que mejor se adecúe a tus necesidades y a las condiciones en las que planeas surfear. Por ejemplo, si queres surfear olas chicas con poca potencia, una tabla grande será más beneficiosa, mientras que, para olas grandes, generalmente se prefieren las tablas cortas. Al seleccionar un shortboard, se recomienda que la tabla tenga tu altura o ligeramente mayor, aunque como mencionamos es importante tener en cuenta que esto puede variar según las condiciones y tu estilo de surf. Normalmente en condiciones mas grandes se eligen tablas con un mayor tamaño ya que ofrecen mayor estabilidad y remada.
Fuentes: