08 mar 2024 Publicado en: Calzado
Blundstone: Desde Tasmania a la Cima del Everest

Blundstone: Desde Tasmania a la Cima del Everest

A veces las grandes empresas tienen humildes inicios. Este fue el caso de Blundstone, una empresa de zapatos nacida 1870 en un rinconcito de Tasmania, llamado Hobart. Todo empezó cuando John Blundstone abrió un pequeño taller de botas donde sin saberlo creo unas botas sin igual, elaboradas para soportar las ásperas tierras de la isla y el trabajo del día a día. Un invento que luego pasaría a formar parte de la historia australiana y que terminaría repercutiendo en la vida de miles de personas.

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El primer gran momento para Blundstone llegó en 1894 durante la Exposición Internacional de Hobart. Donde John presento sus botas, estas fueron elogiadas como "excepcionales", "excelentemente fabricadas" y "insuperables", tan solo un adelanto de las grandes cosas que estaban por venir. 

 

Durante la Primera Guerra Mundial, Blundstone fue una de las 20 fábricas contratadas para manufacturar las botas de las tropas australianas. Pero fue en la Segunda Guerra Mundial cuando sus botas realmente dejaron su huella, suministrando al ejército medio millón de pares, incluidas las famosas botas de clavos que se usaron para selva en las batallas del sendero Kokoda. Estas eran tan codiciadas, que los soldados estadounidenses no dudaban en intercambiarlas por las suyas.

 

Este diseño bélico sentó las bases para las futuras botas de trabajo de Blundstone. Pero su mayor momento llegó en la década de 1960 con el nacimiento de la icónica bota #500 con su distintiva lengüeta. Con un diseño atemporal que rápidamente se convirtió en el producto número uno de la marca, vendiendo más de 25 millones de pares en todo el mundo hasta la fecha.



A fines de los 70, una expedición australiana las llevó a la cima del Everest, donde los sherpas nepalíes quedaron tan fascinados que se negaron a separarse de ellas. 

 

Pero Blundstone es solo un calzado moderno. Sus diseños también han protegido los pies de trabajadores, mineros, policías, estancieros y hasta niños. Una línea de seguridad que le valió un codiciado Premio al Diseño Australiano en la década de 1970, mientras que en 2015 revolucionaron las botas mineras con su aclamado modelo #980.

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